I Concurso literario Inda Namora

Celebramos o primeiro concurso de relato de amor "Inda Namora"  con ampla participación por parte do noso alumnado.
Aquí unha mostra do mesmo





As alumnas que resultaron gañadoras foron:

        Modalidade II: 
       Paula Cabaleiro Rodríguez          (2º ESO C)

     Modalidade I: 
      Laura Delgado Lastres                  (1º BAC A)




         PARABÉNS!!!



Aí tedes os relatos gañadores:

 

¡Ya no eres la misma!
     Sus dolorosas palabras no paraban de retumbar en mi cabeza. ¿Habría cambiado? ¿Qué era lo que estaba haciendo mal? Ya no sabía que hacer, como arreglarlo… Fue entonces cuando noté que los ojos se me humedecían y decenas de lágrimas caían sobre mis pecosas mejillas, hasta que me quedé profundamente dormida
     Un ruidoso pitido hizo que dejase de soñar, la alarma marcaba la hora de despertarse, me levanté y me miré en el espejo, mi reflejo ya no era el mismo, mis ojos estaban hundidos y ya no emitían ese destello, mi tez había palidecido, mi larga y lácea cabellera ahora era opaca, el dolor me carcomía por dentro. Salí fuera, y deje que el inmenso frío invernal me envolviera como si fuera una manta. Sentí como el aire de la madrugada me liberaba de un peso, sacándome todo el dolor que llevaba dentro.
     Los rayos del Sol comenzaban a salir, entonces decidí que ya era hora de que esto acabara, era hora de de afrontar los problemas y salir hacia delante, era hora de olvidar.
 

 

 

 

 

Píntame.

Soy tu lienzo en blanco en el que arrojar pintura, en el que arrojar ternura, deseos, pasión…

Donde arrojar odio, remordimientos y todos tus lamentos.

Píntame de colores y llena mi corazón, que ahora está vacío…

Brochazo...pincelada...un susurro...un beso.

Una caricia recorriendo la piel congelada.

Una lágrima resbalando en su mejilla, un deseo de amor en tu mirada.

Un perdón en sus labios...

Se hace la fuerte, se tapa, se envuelve, se pinta y se disuelve.

Se encoge en su propio abrazo, con tu nombre tatuado.

Una calidez que sobrecoge el alma.

Un escalofrío que recorre su cuerpo.

Un roce de dedos… ligero.

Las manos se tocan, se conocen, se alocan.

La mente descoloca.

La sonrisa tras las lágrimas.

El sol que sale tras una noche lluviosa.

Y en tus ojos, el arcoiris.

El cielo, la luna, una rosa.

Un choque de labios, solo un breve contacto…

Un rayo que atraviesa y se traspasa tan solo al tacto.

Tus caricias perforarían mi alma, hasta no dejar nada...

No dejes de pintar.

Cuando lo hagas, desvaneceré.

No dejes de cantar.

Si paras ahora, moriré.

En ese espacio cálido y oscuro, entre tu corazón y el mío...

Encontraré lo que yo digo, sería mi felicidad.


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